Cuento retazos de tu inocencia,
que llevo entre mis dedos transparentes.
Aquella que perdiste en un banco de plaza,
al llorar por vos…
Imaginando lo distinto que nunca llego.
Vas saltando de dos en dos, los pensamientos.
Justificando los cambios del sol, y de la luna.
Y claras las noches entre piernas y oscuro los días en la mente.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Menos
Camino desterrado
de rincones instrospectivos
de bañeras que no salban
de monos con nabajas
de aromas que queman,
el paladar
Vengo descalzo
con cuatro muelas,
sin-cuenta neuronas,
medio pulmon
y tanto tiempo menos...
Transpiro obseciones
distorcionadas,
sexuadas,
intoxicadas,
compulsionadas
y realizadas...
de rincones instrospectivos
de bañeras que no salban
de monos con nabajas
de aromas que queman,
el paladar
Vengo descalzo
con cuatro muelas,
sin-cuenta neuronas,
medio pulmon
y tanto tiempo menos...
Transpiro obseciones
distorcionadas,
sexuadas,
intoxicadas,
compulsionadas
y realizadas...
lunes, 10 de diciembre de 2012
Para algunos peces el cielo ha de se un misterio,
para algunos pájaros el mar será una utopía
esa húmeda frontera
aquel exceso de libertad
el agua que te lleva
el viento que te mueve
conocer ambos mundos se paga con dolor,
la velocidad como el coraje tiene su precio,
y el corazón torpe lo sabe, pero que más da,
si el viento nos seca y el agua nos ahoga.
en el otro lado estamos nosotros pero al revés
el pez vuela por tres segundos, el pájaro nada por un instante.
son tres segundos, quizás cuatro,
pero la vida no vuelve a ser la misma,
lo que se vio arriba y abajo para cada uno
quedó tatuado en esa pequeña pupila.
así el cielo crece,
así el mar se agranda
ellos dicen que en el cielo hay peces exiliados
ellos juran que en el mar hay pájaros presos.
Poema inédito
Salvador “Lole” García
para algunos pájaros el mar será una utopía
esa húmeda frontera
aquel exceso de libertad
el agua que te lleva
el viento que te mueve
conocer ambos mundos se paga con dolor,
la velocidad como el coraje tiene su precio,
y el corazón torpe lo sabe, pero que más da,
si el viento nos seca y el agua nos ahoga.
en el otro lado estamos nosotros pero al revés
el pez vuela por tres segundos, el pájaro nada por un instante.
son tres segundos, quizás cuatro,
pero la vida no vuelve a ser la misma,
lo que se vio arriba y abajo para cada uno
quedó tatuado en esa pequeña pupila.
así el cielo crece,
así el mar se agranda
ellos dicen que en el cielo hay peces exiliados
ellos juran que en el mar hay pájaros presos.
Poema inédito
Salvador “Lole” García
viernes, 17 de agosto de 2012
“Ha de vivir”
En mi tierra, las tiernas pruebas de la primavera y los pájaros
Mal vestidos son más estimados que los fines lejanos.
La verdad aguarda a la aurora junto a una vela. No nos cuidamos
Del cristal de la ventana: qué le importa al atento.
En mi tierra no se interroga a un hombre emocionado
Sobre la barca zozobrada no hay sombra maligna.
Los buenos días a medias: eso no se conoce en mi tierra.
No se pide en préstamo más que lo que puede devolverse aumentado.
Hay hojas, muchas hojas en los árboles de mi tierra. Y las ramas
Son libres si no quieren dar fruto.
No creemos en la buena fe del vencedor.
En mi tierra se sabe agradecer.
René Char
viernes, 3 de agosto de 2012
martes, 10 de julio de 2012
El cielo que ves...
Toco la inocencia esculpiendo
las deshoras y tu distancia.
Soliendo salir de uno,
se me hizo costumbre
y encarné en un arco iris de grises
Expectante,
dejé el apego a las cosas, personas o lugares…
…y que lindos se ven
los matices de la vida.
Ramiro
las deshoras y tu distancia.
Soliendo salir de uno,
se me hizo costumbre
y encarné en un arco iris de grises
Expectante,
dejé el apego a las cosas, personas o lugares…
…y que lindos se ven
los matices de la vida.
Ramiro
viernes, 15 de junio de 2012
Ahi
El último velo no se puede descorrer de la verdad.
El lenguaje pretende elevarnos a un nivel supuestamente superior que se esconde detrás de la racionalidad. Es lo inefable.
Hay que ser pasible para descubrirse en el momento de la acción del presente.
Es ahí donde aparece la desnudez de la poesía.
Arrojándose más allá de la vida. A la esencia.
Para volver al alba del abrazo inicial. Relacionarse con las cosas escuchándolas, demoradamente y destrozando la mirada dominadora.
Ahí… es donde aparece mi niñez,
Ramiro
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